Quien conozca Ministro Rivadavia, quien recorra sus calles y contemple sus casonas aún en pie, no podrá dejar de imaginar, que alguna vez, ese pueblo tuvo una vida propia, donde sus habitantes forjaron esperanzas e ilusiones en un pujante entramado social, a pesar del silencio fantasmal al que parece estar condenado. Su abandono y su olvido nos plantean el desafío de saber qué pasó… por qué… Y en eso estamos y por eso andamos hurgando un cada rincón donde su historia pueda asomar.
Y es así como llegamos al
periódico local “El Brown”, Sus páginas nos remontan al año 1918 y en sus
avisos descubrimos El Centro Recreativo Juventud Unida de Ministro Rivadavia.
Integrado por la gente joven del lugar,
realizaba bailes y almuerzos muy concurridos y al que acudían, también,
los jóvenes de pueblos vecinos. Nos enteramos por este semanario que tenían un
local propio donde realizaban sus reuniones
(hasta la fecha no hemos podido precisar el lugar) y en algunas
ocasiones realizaron bailes en el Club Burzaco. En setiembre del año 1919 sale
publicada su nueva comisión. Entre sus integrantes encontramos a: Pablo
Ithurralde, Julio Urrutia, Octavio Papa, Leandro Aranzay, Mateo Labrador
Lamberti, entre otros. Y en la Comisión Auxiliar de señoritas a Carmen Guani,
Carolina Sandoval, Florencia Urrutia y María Orsi . Algunos de estos apellidos
ilustran ser hijos de los antiguos pobladores, muchos de ellos, inmigrantes que
con su fuerza de trabajo hicieron posible el nacimiento y desarrollo del
pueblo.
Paralelamente y en la misma época, descubrimos en” El Brown”, en la
sección: de Ministro Rivadavia y bajo el título de “Un Vecino Progresista” la siguiente nota:
“Merece
ser señalada y aplaudida la valiosa cooperación que a toda iniciativa que
implique un progreso para este pueblo; presta en todo momento el caracterizado
vecino Sr. Eduardo Paul, quien por esta causa y no obstante ser reciente su
radicación en ésta se ha captado la simpatía de todo el vecindario. Propietario
el caballero mencionado de una a importante casa veterinaria en capital, divide
su tiempo entre sus obligaciones comerciales
y la atención que presta a los numerosos tamberos de la campaña de ésta,
trasladándose a sus establecimientos desinteresadamente siempre que sus
servicios profesionales son requeridos por enfermedades de ganados.”
En el año 1918, en otro
anuncio, aparece un nuevo aviso dando a conocer que en Ministro Rivadavia se
están preparando las fiestas patronales del pueblo, su organizador y quien
preside la comisión de festejos es el mismo E. Paul, quien donará un farol para
la plaza y que será bautizado por sus habitantes “El Negro Eduardo”, haciendo
una risueña referencia al veterinario.
Estos
pequeños retazos de la vida cotidiana en M. Rivadavia ayudarán a ir hilvanando
su historia completa, la de sus habitantes y su derrotero. Sabemos que el
trabajo es arduo. Avanzamos con las
pocas fuentes históricas disponibles y con la memoria y la tradición oral de
algunos vecinos que habitan el lugar desde hace muchos años. Abordamos pistas,
algunas certeras y otras que no conducen a nada, otras veces, establecemos
hipótesis de trabajo como para ir delineando un camino que nos ayude a cubrir
los vacíos de algunos períodos. En esto estamos empeñados y la tares recién
comienza…
Nora
Cao
FUENTE: periódico El Brown .Años: 1918, 1919,
1920.